Brasil puede convertirse en defensor de los derechos de los autores audiovisuales

Sylvio Back - Autor Frederico Mendes - 14.04.14
Photo ©: Frederico Mendes

Lo siguiente ha sido escrito por Sylvio Back, cineasta, poeta, guionista y escritor. Sylvio es también presidente de DBCA.


Los guionistas y directores brasileños han contribuido considerablemente a la riqueza y la diversidad cultural de su país con sus películas, programas de televisión, mini-series y películas de animación. La Constitución Brasileña de 1988 y la Lei do Direito Autoral (o LDA, por Ley de Derechos de Autor), promulgada diez años más tarde, en 1998, también han contribuido a este éxito. Son los dos grandes pilares que garantizan la protección de los derechos de los creadores en Brasil. 

Estas leyes reconocieron por primera vez los derechos de los creadores, además de la contribución artística, cultural y económica que aportan al país.

Sin embargo, actualmente se necesitan nuevos progresos para proteger de forma adecuada a los creadores audiovisuales; ya que estos contribuyentes esenciales al éxito de las obras audiovisuales siguen siendo, en cuestión de sus derechos, los “primos pobres” de sus homólogos en otros sectores.

Los derechos de autor son un elemento vital para los creadores, ya que constituyen su fuente de ingresos.  Sin unos derechos apropiados, los creadores audiovisuales no recibimos una compensación adecuada  cuando nuestras obras son utilizadas y puestas a disposición de una audiencia cada vez mayor por parte de los organismos de difusión o las plataformas digitales. También es cierto que ahora nuestras obras pueden ser vistas por más personas que nunca, pero esto no es justo si no recibimos una remuneración por nuestros esfuerzos creativos cuando esto sucede.

Hoy en día, los creadores audiovisuales brasileños tienen la sensación de que se les  está dejando al margen, cuando el resto del mundo muestra una clara tendencia a conceder a los guionistas y directores un derecho irrenunciable a una remuneración. Este derecho ya se contempla en los países europeos y existe una creciente convicción en numerosos países de que éste es el camino a seguir. 

La ola de cambio ya ha llegado a América del Sur. Algunos de nuestros países vecinos han adoptado una nueva ley que reconoce este derecho. En Chile, la Presidenta Michelle Bachelet firmó la "Ley Ricardo Larraín", que lleva el nombre del fallecido cineasta, promotor de la lucha por este derecho. En Colombia, el Parlamento aprobó su propia versión de la ley, conocida como "Ley Pepe Sánchez".

Ahora, en ambos países, los autores audiovisuales gozan oficialmente del derecho a una remuneración. Esto lo cambiará todo para ellos. Cuando sus obras se emitan en televisión o en cualquier plataforma, los autores recibirán una remuneración. Esto constituye avance importante, y queremos emularlo en Brasil.

La DBCA (Diretores Brasileiros de Cinema e do Audiovisual), fue creada en 2014 para representar a nuestra comunidad y convertirse en la organización brasileña de gestión colectiva de los autores audiovisuales. Esta asociación es actualmente un miembro provisional de la CISAC. Uno de los objetivos de la DBCA es asegurarse de que los autores audiovisuales logran finalmente que se introduzca en la legislación un derecho intransferible e inalienable a recibir una remuneración. Hemos promovido ese cambio y ahora estamos esperando una decisión del Ministerio de Cultura de Brasil.

Nuestro colega cineasta Guilherme de Almeida Prado, uno de los directores de DBCA, observó que ha llegado el momento de que nuestro país "suprima la esclavitud", es decir, las condiciones que nos impiden recibir una justa compensación por nuestro trabajo. Después de todo, una de las cláusulas de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 de las Naciones Unidas establece que “Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora”. 

Esto es lo que pedimos -ni más ni menos: queremos que se reconozcan nuestros derechos.  Pueden estar seguros de que no pararemos hasta que este derecho se haya adoptado en la legislación brasileña y haya entrado en vigor. Sabemos que no estamos solos y que podemos contar con la solidaridad de nuestros compañeros cineastas y guionistas de todo el mundo. 

Detrás de cada obra de arte hay un creador, o muchos de ellos; hay talento, inspiración y mucho trabajo. Si no reconocemos este trabajo y las contribuciones de los creadores, si no les damos la remuneración que se les deben, nos estamos haciendo un flaco favor como civilización.

Si queremos seguir motivando a los jóvenes talentos para que se unan a nuestro sector creativo, debemos garantizar que éstos reciben una compensación cuando sus obras lleguen al público. Ésta es nuestra lucha y esperamos que os unáis a nosotros en nuestro camino.